El Área Recreativa Las Cocuizas
El Área Recreativa Las Cocuizas es uno de los muchos espacios recreativos con los que cuenta el Parque Nacional Henri Pittier, este lugar a pesar de encontrarse en un Área Protegida admite visitantes dando acceso a los mismos a recorrer esta pequeña parte de la montaña; sin embargo se aplican las mismas normas que en el resto del Parque Nacional, entre ellas las prohibiciones de extraer vida vegetal o animal, dejar basura u objetos, tallar las piedras o los árboles que se encuentran en el lugar y no molestar a ninguna de las especies animales que allí puedas encontrar.
Este tipo de espacios cumplen por un lado la función de esparcimiento y relajación de los habitantes de los sectores urbanos cercanos a esta área del parque. También este tipo de espacios brindan a los seres humanos la posibilidad de obtener contacto con la naturaleza en un área segura y de cómodo acceso.
En este lugar se expresa, en una interesante armonía, como la naturaleza acaba haciendo suyos los elementos que el ser humano introduce en ella, pues en muchas partes de este lugar tenemos una combinación de bancos, mesas, pavimento, rocas colocadas en el suelo como parte del pavimento, suelo, raíces de árboles y musgo. Los cuales conforman un entorno único donde lo cómodo y lo indomable hacen síntesis.
En cierta forma muchos de estos parajes son un retrato del ser humano, pues por un lado nos hemos civilizado y vivimos en un entorno que nosotros hemos creado, y por oro lado aún nos guían nuestros instintos más primitivos y en gran número de ocasiones sedemos a ellos sin que nuestra razón pueda oponerse.
Más allá del camino pavimentado, los bancos para sentarse y las risas de quienes juegan en el río, el Área Recreacional Las Cocuizas del Parque nacional Henri Pittier te ofrece la posibilidad de adentrarte en la naturaleza sin el riesgo de perderte en la selva, pues con tan sólo caminar un poco se puede acceder a parajes más silenciosos donde la presencia humana no es tan notable.
Conforme nos adentramos a esta parte de las Cocuizas sentimos un notable cambio en la atmósfera del lugar; las voces y las risas en el río se convierten en silencio, se puede escuchar con claridad el viento que mece los árboles y acaricia la montaña, mientras que el fluir del agua del río se convierte en un murmullo lejano. También podemos apreciar las enormes rocas que aquí se encuentran, unas exhibiendo su lomo plateado mientras que otras cubiertas de musgo, hojas secas o vegetación.
Este es uno de los lugares más tranquilos a los que se puede llegar sin mucho esfuerzo en el Estado Aragua (Venezuela), sin embargo se recomienda mirar bien donde se pisa para no dañar a los hongos, hormigas y otros seres vivientes que habitan en este lugar. Por otra parte se recuerda que es un área natural, fresca y muy húmeda donde pueden habitar serpientes; así que se recomienda desplazarse con precaución, pues las serpientes no suelen atacar humanos a menos que se sientan amenazadas, y aproximarse a ellas o pisarlas puede ser tomado por estas criaturas como una amenaza.
Igualmente no se recomienda caminar sobre las rocas con musgo; por un lado te puedes resbalar y darte un fuerte golpe contra la roca, y por otra parte esta capa verde a la que llamamos Musgo está viva; pues está compuesta varias plantas (conocidas como en la botánica como Biófitas) y al caminar sobre ellas las puedes lastimar. En parajes como estos te puedes sentir como inmerso en la selva; rodeado de altos árboles y de un silencio placentero que nos permite descansar de los sonidos de la ciudad.
Pero aún hay más, el mayor atractivo para los visitantes de esta área es bañarse en el Río Las Delicias, el cual tiene su naciente en este Parque Nacional. Aquí el visitante encontrará diferentes orillas de aguas muy bajas donde podrá disfrutar en familia del suelo arenoso del río y sus gentiles aguas. Igualmente las rocas cercanas a algunas partes del río suelen ser usadas como toboganes.
Todo ser humano necesita del contacto con la naturaleza, por lo cual respirar aire fresco, tocar la corteza de un árbol y sentir las aguas puras de un río deberían ser parte de nuestra experiencia de vida. Se ha comprobado ha través de diversos estudios de que las personas viven atrapadas en grandes urbes donde no hay áreas verdes, plantas alrededor o áreas de esparcimiento, son propensas al mal humor y a un nivel de estrés mucho más elevado que el nivel de estrés promedio que puede sufrir un ser humano en cualquier ciudad del mundo.
Ver un árbol y el cielo azul por la ventana nos hace más falta de lo que podríamos llegar a imaginar, pasear por un parque y oír cantar a un pájaro pueden tornarse en acciones tan vitales como respirar; por ello te invitamos no solamente a preservar este tipo de Áreas Recreacionales ubicadas dentro de los Parques Nacionales, sino que también te invitamos a visitarlas, disfrutarlas y tomarte el tiempo para escuchar el suave sonido de brisa pasando entre las hojas de los árboles.