El Hotel en Medio de la Selva
Entre los sectores del Parque Nacional Henri Pittier que hemos visitado se encuentra Rancho Grande, lugar perfecto para adentrase en una pequeña parte de la Selva Nublada a través de los senderos a los que se puede acceder desde este lugar. Al llegar ciertamente llamó nuestra atención una Gran Estructura que allí se encuentra.
Se trata del Hotel Rancho Grande, cuya construcción inició entre las décadas de los años 1920 y 1930, durante la Dictadura de Juan Vicente Gómez, quien dio la orden de construir este hotel en medio de la selva con la intención de hospedarse (él y sus conocidos) y alejarse en algunas temporadas de la vida en la ciudad de Maracay, que para aquel entonces era la Capital de Venezuela, ya que Gómez la había convertido en la sede del Poder Nacional.
La construcción de este hotel tuvo una larga pausa en 1935 tras la muerte de Gómez, y se abandonó definitivamente en 1937 ya que se encontraba dentro de las áreas de lo que en aquel entonces se declaró como Parque Nacional Rancho Grande (hoy día PN Henri Pittier) por el Gobierno del General Eleazar López Contreras.
Varios años más tarde esta enorme estructura se pondría a favor del estudio de las ciencias y del cuidado del parque, pues en 1959 se crea la Estación Biológica Dr. Alberto Fernández Yépez, a la cual se le asigna una parte del edificio. Mientras que la otra parte es utilizada como Puesto de Guardaparques del Instituto Nacional de Parques INPARQUES.
Como se puede apreciar en las fotos, estos espacios se encuentran bastante deteriorados, pero sin embargo ni la humedad ni el tiempo han derribado este imponente edificio, lo que deja muy en alto el trabajo de André Potel, quien había sido el Arquitecto escogido para llevar a cabo la obra.
En estas dos fotos (sobre y bajo este párrafo) podemos observar la fachada principal del antiguo hotel, ningún huésped llegó jamás a cruzar esta fachada ni ha cruzar estas puertas, pues el hotel nunca se inauguró, ya que como mencionamos anteriormente su construcción no fue finalizada.
Gracias a los Guardaparques que nos acompañaban ese día conseguimos acceso a la terraza del hotel, desde allí se pueden ver la Ciudad de Maracay, el Embalse Los Tacarigua (también conocido como Lago de Valencia), y se puede tener otra perspectiva de los altos árboles que habitan en la selva nublada.
Cabe destacar que este sector del parque suele presentar un clima muy fresco durante las horas más calurosas del día, mientras que por la noche y las primeras horas de la mañana presenta un clima frío; por lo cual cuando se visitan zonas altas de la Selva Nublada es conveniente llevar un buen abrigo.
A continuación les presentamos 2 de las fotos que hicimos del Embalse los Tacarigua, desde la terraza del antiguo hotel con vista hacia el Sur:
Ahora les presentamos algunas de las fotos que hicimos del la vegetación que circunda al antiguo hotel, ciertamente fue muy impresionante poder ver algunos de estos grandes árboles desde arriba:
También nos parece importante incluir algunas fotos para describir mejor esta enorme estructura, que debido a su gran tamaño es difícil de incluir en un sólo cuadro fotográfico. Cabe decir que en la primera foto se pueden apreciar unas estructuras que parecen pequeñas cabañas en la terraza; allí es donde pernoctan los estudiantes que realizan investigaciones en la Estación Biológica.
Finalmente queremos despedir esta publicación con la espesa vegetación que rodea la Estación Biológica (antaño hotel en construcción) en homenaje a los testigos vivos más cercanos de esta peculiar y extraña página de la Historia Venezolana; los árboles que llevan décadas (algunos siglos) habitando estas montañas y que fueron testigos silenciosos de las bases fundacionales de la obra, del levantamiento de sus primeras columnas, de su abandono, de las expediciones científicas que se hicieron en esta área y de la Fundación de la Estación Biológica.
Quizás algunos de estos ejemplares los vieron nuestros antepasados que trabajaron en la construcción, y quizás hasta los contempló el mismo Juan Vicente Gómez en alguna ocasión que haya venido a ver las obras.